La comunidad puede tomar muchas formas, pero en su esencia siempre se trata de personas conectadas de manera significativa, a través de valores compartidos, relaciones de apoyo, espacios comunes y un sentido de pertenencia.
Muchas personas la asocian de inmediato con una comunidad intencional, generalmente entendida como un grupo permanente que vive junto. En Resonancia, nuestro enfoque es diferente. Aunque nuestro entorno, marco y valores compartidos son altamente intencionales, el grupo en sí es fluido. La participación se despliega en olas, a veces con pocas personas, a veces con muchas, siempre guiada por el flujo auténtico de quienes se unen.
En la Comunidad Resonancia ofrecemos un entorno donde las personas pueden participar de manera flexible en la vida comunitaria. Esto convierte nuestro espacio tanto en una acogedora base para nómadas como en un lugar para exploraciones temporales de vivir y crear juntos.
El espíritu comunitario que cultivamos se trata de:
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Ofrecer un entorno donde la convivencia se despliegue de manera natural y auténtica, ya sea entre dos personas o cuarenta, donde la libertad individual sea honrada tanto como la unión.
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Atraer y seleccionar a los participantes adecuados entendiendo que la alquimia de la comunidad es algo mágico, donde un círculo más pequeño de almas profundamente resonantes suele ser más deseable que un grupo grande donde choquen los egos.
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Practicar la transparencia y la comunicación abierta, honrando sentimientos y percepciones como ingredientes valiosos para generar confianza, dar forma a la identidad comunitaria y fomentar la transformación.
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Compartir recursos con un auténtico espíritu comunitario.
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Permitir que la comunidad empiece incluso antes de la llegada, ya que cada persona invita a sus amistades y redes para ayudar a dar forma al tipo y número de participantes que desea experimentar.
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Integrarse en la vida del pueblo de Yátor, con su antigua sabiduría comunitaria.
En cambio, comunidad para nosotros no significa:
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Un grupo fijo de personas viviendo juntas permanentemente.
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Un número mínimo requerido de participantes presentes en todo momento.
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Una multitud ya preparada que asegure entretenimiento constante u oportunidades infinitas de citas.
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Miembros centrales desempeñando un “comportamiento modelo” para cumplir expectativas o mantener el campo comunitario permanentemente visible.
Cuando te unes a Resonancia, tú eres la comunidad desde el primer momento.
Te invitamos a entrar en este espíritu:
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Asumiendo plena responsabilidad por tu propia experiencia.
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Permitiendo que los demás sean auténticamente ellos mismos.
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Disfrutando y compartiendo los recursos en un espíritu comunitario.
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Cultivando transparencia y apertura — no como un comportamiento prescrito, sino como una postura interior de hacerte visible en lugar de esconderte detrás de lo que sientes privado.
De esta manera, la comunidad en Resonancia es algo distinto. No es:
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Una base privada construida en torno a una sola perspectiva.
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Un contenedor familiar atado a roles heredados.
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Un grupo religioso o secta definido por creencias y jerarquías.
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Un centro de retiros o un taller con un programa o facilitador fijo.
En cambio, es un campo vivo de co-creación, renovado cada vez que nuevas personas entran.