Ciclos

La vida comunal dentro de la Comunidad Resonancia se caracteriza por ciclos festivos, cuidadosamente alineados con las fases naturales de la luna. Estos ciclos sirven como períodos dedicados durante los cuales nutrimos y protegemos tanto el contenedor comunal como los procesos humanos que se desarrollan en él.

La iniciación de una nueva comunidad siempre coincide con la luna nueva, facilitando una introspección colectiva que ayuda a identificar los enfoques individuales para el próximo ciclo. A medida que alcanzamos el punto medio, se aprovechan las energías elevadas de la luna llena, permitiendo celebraciones comunitarias y desbloqueando todo el potencial creativo.

Hacia la conclusión del ciclo, invitamos nuevamente a un enfoque interno. Esta fase anima a los participantes a comprender su cosecha personal de este tiempo único y a liberar con gracia la intensidad de la experiencia comunitaria de la que tuvieron la fortuna de formar parte.

Las nuevas integraciones son bienvenidas justo antes de la luna nueva, y se requiere una participación mínima de dos ciclos consecutivos. Los participantes a largo plazo que buscan participar periódicamente en la Comunidad Resonancia también tienen la flexibilidad de unirse a ciclos individuales.

Incluso frente a procesos personales desafiantes dentro de un ciclo, abogamos firmemente por llevar a cabo los ciclos iniciados hasta su cierre natural. La energía curativa completa de la dinámica comunal se cosecha verdaderamente cuando todos transforman y superan desafíos juntos de manera colaborativa.

A medida que tu estadía llega a su conclusión al final de un ciclo, a menudo hay opción de extender tu tiempo, permitiéndote quedarte por días adicionales o incluso semanas en el valle. Esto puede ser especialmente atractivo si deseas concluir tu experiencia personal o participar en actividades como la sesión de baño caliente de la Luna Nueva una vez más para reflexionar sobre tus transformaciones.